La lista es interminable y la puede iniciar perfectamente Ricardo Zamora, que entrenó a los dos equipos. Son muchos los que han jugado a orillas del Mediterráneo defendiendo las camisetas del Málaga y del Espanyol. Y algunos mitos, además de ‘El Divino’. Otro portero como Kameni, el danés Lauridsen, o el propio Darío Silva, que hoy cumple 48 años. También recientes como Rosales, Sergio Sánchez (hoy ha dicho que deja el fútbol), Demichelis, Roberto Jiménez, Andrés Prieto, Caicedo, José Juan Luque, Valdo, Urbano... Y antiguos: Jaime Molina, Fonseca, Cabral, Vilches… O entrenadores: Novoa, Juande, Jeno Kalmar, Marcel Domingo, Pavic o Kubala. Muchos. Málaga y Espanyol son dos clásicos y, como tales, comparten muchas vivencias. El debut en Primera del Malaga CF, por ejemplo, fue ante el Espanyol en 1999 (1-0, Catanha). De hecho, el Espanyol es el sexto club al que más se ha enfrentado el cuadro boquerón. Pero hoy, que ambos se ven las caras en Segunda División por segunda vez, repasamos cuatro historias entrelazadas. Son las siguientes:
Era un partido muy especial para Keidi Bare, que volvía a La Rosaleda un rato después de marcharse, pero que finalmente es baja por molestias físicas. Será el gran ausente. El albanés hizo parte de la pretemporada con el Málaga, pero su fichaje por el Espanyol llevaba meses telegrafiado. Así fue, el club perico pagó dos millones por él y ahora Keidi lucha por hacerse un hueco en los esquemas de un equipo ganador con una medular definida. Se une que llegó con la competición iniciada y tardó en ser inscrito. Y sus internacionalidades con Albania. Hasta la fecha, 29 minutos entre dos partidos (el último el pasado miércoles ante la Ponferradina, donde jugó 25 minutos). Sí regresan Darder, que ya marcó y pidió perdón, y Calero, tocayo de apellido con el lateral, y que se marchó en voz baja al Valladolid tras formarse en La Academia y jugar en el Malagueño. Ahora es titularísimo en el Espanyol.
Se da la circunstancia de que dos ejecutivos del club perico tiene pasado malaguista. Uno fue un ídolo, y no lo hemos nombrado en el párrafo introductor adrede: Rufete, estilete del Málaga de Peiró. Dio dos años y medio gloriosos en Martiricos (15 goles, 88 partidos), en un equipo valiente que jugaba muy bien al fútbol y con una identidad propia. Rufete, que terminó el curso pasado en el banquillo, es el director deportivo espanyolista y mantiene muy buena sintonía con los rectores blanquiazules, a los que visita en La Rosaleda cada vez que baja a Málaga. Además, el abogado canario Álvaro Gómez de la Vega, responsable del departamento jurídico del Málaga hasta el pasado mes de junio, es actualmente el Responsable del Área Legal Deportiva de la entidad perica. Gómez de la Vega fue parte activa en las negociaciones finales por Keidi, en asuntos de sus competencias.
Sergio Pellicer y Vicente Moreno se enfrentarán en los banquillos como entrenadores del Málaga y del Espanyol. Ambos fueron cocineros antes que frailes y coincidieron de corto. Fue en el Valencia B, durante dos temporadas, la 94/95 y la 95/96. Un filial che en el que también militaban Andrés Palop, Javi Navarro, Farinós o Albelda. Pellicer se marchó en mitad de la segunda campaña al Málaga, mientras que Moreno, valenciano, permaneció algún tiempo más para recalar después en el Ontinyent, Guadix y acabar haciendo carrera en el Xerez. Ambos se llevan sólo un año, es mayor el entrenador malaguista.
Hablar del Málaga y del Espanyol es hacerlo inevitablemente de Manel Casanova, uno de los mejores ojos futbolísticos que ha dado este país y que ejerció sus funciones de director de cantera en los dos clubes. Casanova, tristemente fallecido de manera súbita en 2017 en el campo del Malaka y que tiene una puerta a su nombre en el RCDE Stadium, dotó de talento y posteriores dividendos a ambos clubes con su trabajo y su alabada metodología de captación y formación. Muchos de los jugadores que esta noche se enfrentarán fueron reclutados por él en sus distintas etapas en el Málaga y el Espanyol. Además, la residencia de jugadores de fútbol base del club perico también lleva su nombre.